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viernes, 15 de marzo de 2024

Personas del Valle de Chistau que me hipnotizaron y lograron mi admiración

Pienso que muchos no entenderían que un tipo trotamundos como yo, sintiese una gran admiración por un gran número de personas, cuando me he pasado la vida huyendo de idolatrar a nadie. 

Hay tantas cosas que oculto, que a veces me supera. Casi toda mi vida me he agarrado, a que me costó sangre y lágrimas ser totalmente libre para viajar. Una buena forma de espantar los intereses personales ajenos que no me iban a acompañar nunca.

Me hubiera quedado en Chistau toda la vida aunque viviese en una tienda de campaña. Allí tenía un montón de personas que admiraba, y cada día que los veía, me quedaba atolondrado en un imaginario ascentral de pensamientos que no quiero definir.

A mí me gustaba ver el trajineo de gente yendo y viniendo. Admirar para mí íntima y personalmente sus facciones, las formas de su rostro, el color de su piel, su procedencia, en qué pueblo vivía, de qué subsistía, como si buscase sus orígenes. 

Yo admiraba a Dueso, a Miguelo, a Pepe Ruchè, a Joaquín el carpintero, a Manolo el cartero, a Guillermo el médico, a Javier el panadero, a los alcaldes de San Juan y Gistaín, a Corneta, a Jaime el farmacéutico, a todos a pesar del conflicto en las relaciones.

Y me quedaba tonto y atolondrado mirando a las mujeres chistavinas, casadas, solteras o muy jóvenes. No porque quisiera algo con ellas, sino porque mi mente analizaba todo y me producía una satisfacción absoluta.

Después, con los años, me he visto gratamente sorprendido por las capacidades superiores que han demostrado. Un ejemplo es que me acuerdo muchísimo de varias personas que no tuve la oportunidad de conocer con más profundidad.

Me faltó tiempo para muchas cosas y no tuve tiempo para más. Yo siempre me he querido ir, pero en Chistau había muchas personas que provocaban en mí un encantamiento especialmente atractivo.

Una cosa que escribí en otro artículo es una especie de cuento sobre el encantamiento de la Basa de la Mora. He leído en redes sociales a una mujer encantadora como Ángeles Ferrer contar que el Ibón de Plan no se llama Basa de la Mora aunque muchos lo llaman así.

Ángeles Ferrer le decía a su interlocutor que el nombre de Basa de la Mora es una creación de Lucía Dueso para unas leyendas que escribió sobre la Noche de San Juan. Así que siempre se llamará Ibón de Plan.

Pero en mi imaginario, cuando vivía en la tienda de campaña en la acampada municipal de Plan, una de esas noches que la luz de la Luna derramaba tanta luz que parecía de día, me puse mis mallas de correr, me calcé mis zapatillas de running y con mi espaldera, corrí hasta Saravillo porque no podía dormir.

Como no me sentía cansado subí al Ibón de Plan y me senté justo donde Ángel Corneta, Manolo Buisán y... no recuerdo quién era el tercero, por orden directa de Ruché, hicieron quitarme la ropa y me tiraron al agua.

En ese mismo sitio, junto al mismo tronco de árbol, mirando a lo lejos el Ibón con la Luna brillando que parecía de día, una brisa infinita movió las aguas con tal encantamiento, que la Mora de las leyendas de Lucía Dueso danzó para mí. 

Creo que fue un mes de Junio de 1996.


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jueves, 15 de febrero de 2024

La cueva que guarda mi dinero en el Valle de Chistau

Sé que no os lo váis a creer pero cuando yo trabajaba en la ermita Virgen de la Plana, nunca me fie mucho de Ibercaja, que es donde me obligaron a sacar una cuenta para cobrar por esos trabajos. 

Soy de los que piensan que si los bancos no sirven para ser la cueva de mi tesoro, ni se puede confiar en los bancos ni en los banqueros.

A mí me hubiese gustado invertir, pero no me dieron una cultura para invertir, sino la promesa de una vida de dedicación a la hostelería donde yo sería el administrador de mi hacienda, que por algo me obligaron a estudiar Contabilidad con dieciséis años cuando yo quería estudiar solfeo y ser músico.

Me gustaba mucho subir corriendo por Feneplán a través de Crabils y Serveto para acaparar el inmenso paisaje del Macizo de Cotiella. 

Me gustaba mucho subir a la Coll de Sahún y me hubiese gustado vivir allí, en el refugio Marradetas, además que era mi favorito para llevar un ritmo de carrera muy bueno para la cadera cuando se ponía empinado.

Y me gustaba mucho subir por el río Cinqueta para ver las acampadas en la campiña hasta el refugio de Biadós. Pero no tanto como los otros recorridos. 

Me gustaba mucho ascender por el Cinqueta porque yendo para Biadós, descubrí una mini cueva por los alrededores del desvío a Les Plans, donde fui escondiendo un tesoro en monedas grandes que fui acumulando durante años, justo en ese lugar por donde cruzan las serpientes.

O sea que, tengo una mini cueva del tesoro en el río Cinqueta donde acumulé monedas, cuya entrada se ve en épocas que el caudal tiene una medida, no más que esa medida, que solo yo sé cuál es al pasar por el Puen del Molin y ver el caudalímetro o medidor del caudal del Cinqueta.

Conozco perfectamente el punto por una roca rara que se ve al otro lado de la ribera, que durante los meses de floración queda oculta por la maleza en la mitad, mientras la otra mitad se mantiene bajo el agua la mayor parte del año, excepto en época de sequía.

Tener dinerales por algunos sitios en lugares concretos de la geografía siendo un viajero, ayudaba a salir de frecuentes necesidades cuando los bancos hacen caja con nuestros dineros.

Ignoro cuántas monedas acumulé. No creo que sean un tesoro muy atractivo para los cazatesoros, ni para los ladrones  que busquen robar unas cuantas monedillas de 100 y 200 pesetas.

Si fuera la Casa de Papel y Timbre la asaltaba para fabricarme unos cuantos milloncetes. De algo tendría que servir estudiar en ingeniería diseño y delineación. 

Parece que me robaron la idea para rodar una serie de impacto. Ya se me ocurrirá algo para invertir.



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martes, 26 de septiembre de 2023

La Orquestina del Fabirol y la Ronda de Boltaña

Para quien no lo sepa, yo nací con deficiencia auditiva, aunque se me quedó grabado lo que me contó un supuesto entendido "Tu minusvalía lo causó... Seguro que has pasado por una."

Y esto es lo que fui contándole durante décadas a la gente pesada que siempre busca ponerme algún mote imposible.

Lo de nacer con hipoacusia severa lo explico de forma realmente fácil y realista. Uno ve las teclas de un piano de cabo a rabo, o conforme las visualiza de izquierda a derecha en el sentido de como leemos. 

De graves a agudas se comprende que todas esas teclas del piano representan el espectro del oído de una persona normal. 

Si lo comparamos por ejemplo con la franja auditiva de un perro, un gato o cualquier otro animal común, todas esas teclas del piano se quedan cortas, lo que da a entender que el ser humano padece discapacidad auditiva.

Así que bienvenidos a mi mundo donde sobran casi el 25 % de las teclas del piano más agudas. 

La primera vez que oí música autóctona del Sobrarbe creo que fue de un disco lleno de signos que podía leer "La Ronda de Boltaña."

La primera noche en Plan la dormí en la puerta de la farmacia porque no tenía ni idea dónde estaba. 

Quién iba a pensar que la mujer de cabellos largos junto con la rubia que me despertaron para preguntar si estaba bien, era Elena Requejo, voz e intrumental de "La Orquestina del Fabirol", grupo del que también había visto bellas portadas de discos encuadernadas con todo tipo de símbolos celtíberos y lujo de detalles.

Con la música me ocurre una cosa importante que pasa desapercibida. Impedido de entender las letras que se cantan, el sonido de las palabras suena como un instrumento que acompaña el compas de los mismos sin importar lo que digan.

Tan solo me dejo llevar por las ondas musicales que me procuran ensoñación. Y cuantas más ondas musicales atrapan mis oídos, más buena y más calidad tiene para mí la música. Es como una forma de autismo musical. Una canción que no suena bien ni me hace soñar simplemente la considero chatarra. 

No hubiera podido soportar la voz de Pepe Ruchè cantándome al compás del disco de La Ronda de Boltaña soñando en el bar. 

O el concierto entero que me tragué de la Orquestina del Fabirol en el castillo de Aínsa aquel día que Roberto y su señora me invitaron a ir con ellos. 

Cómo soportar aquel precioso cantar de la chica de San Juan de Plan con sus coplas a viva voz en mi primer San Mamés.

Aunque me sienta desorientado la música me hace soñar. No importa si entiendo o no lo que expresan las palabras. Lo más importante es el contenido, la voz como un gran instrumento en el conjunto de la orquesta.

Cómo iba a entender los cantos de los fabiroles si no sé aragonés ni capto lo que dicen las palabras en castellano?. 

Soy un soñador. No me pongas chumba ni música chatarra. Corres el riesgo que cualquier día tome represalias que no te van a gustar. 




"... quién me iba a decir que un maldito pantano ayayay mi casa iba a naufragar..."



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lunes, 25 de septiembre de 2023

Los agradecimientos a la vida y al amor verdadero

Hace tiempo que no escribo en este blog de Cuentos de Chistau pero quiero que sepáis que no he dejado de escribir otras cosas en los veinte blogs que tengo.

Estoy escribiendo una novela de Spaghetti Western que en varios capítulos aparece el Valle de Chistau con nombres vaqueros de supuesto lejano y salvaje Oeste, ya que lo he mamao en el Barrio Alto de Almería, en la calle Martínez donde nací y en los desaparecidos Monumental Cinema y terraza Oriente donde recién estrenaban estas películas de serie B, de Tabernas a los cines almerienses y después al resto del país.

Llegué a tener de amigos a varios actores de Spaghetti Western que con el tiempo llegaron a ser importantes de los que ya no recuerdo su rostro cuando se interpretaban a sí mismos en la vida real. 

Uno de ellos llegó a ser Fernando Sancho Les, un aragonés más agrio que un bocadillo de mantequilla con azúcar, individuo que me hacía reír mogollón en las películas haciendo de "malote, malo pero malo" con pinta de ser gordo, tonto y socarrón.

Habían otros más pero de niño solo recuerdo chavales tonteando con chavalas que con los años se han convertido en verdaderas leyendas cinematográficas de un cine que en aquellos tiempos era vilipendiado por las autoridades.

No os voy a mentir, pero en mi novela de Spaghetti Western los que hacéis política en los pueblos del Valle sois los malos malísimos que se enriquecen a costa de los ciudadanos robándoles los negocios, controlando el juego del casino del salón, y concentrando un montón de pistoleros mercenarios que por supuesto, son perros de su amo que no tienen ningún problema en liarse a tiros agujereando todo lo que esté a su alcance.

Mientras escribo, en la vida real estoy entrenando con mucho más conocimiento y saber que estos años atrás, que sufrí la ignorancia de los fisioterapeutas a los que acudí y de los libros que leí investigando precisamente, un problema que me había provocado un fisioterapeuta. Entre todos me han tenido totalmente confundido.

Mientras me contaban que mi problema procedía de un sitio, fui descubriendo que procedía en otro. Y que los ejercicios que me asignaban para curarme me perjudicaban. 

Un individuo fisioterapeuta, la más alta autoridad en su campo en la universidad, ha quedado part mí como un auténtico pelele.

Supuestos expertos en yoga de los libros que consulté, han quedado para mí como auténticos idiotas. 

Verás que sale un idiota a decirme que no hay que generalizar. Será hipócrita!.

Me recuerda a muchos licenciados universitarios en Ciencias del Deporte. Obtuvieron la licencia corriendo una milla en 15 minutos. 

Luego han ido a correr a competiciones oficiales pensando que iban a barrer. 
La última vez que los vi corrían para que no los atrapara el "coche escoba."

El típico Spaghetti Western de la vida es más amplia que quienes filosofean con los títulos deportivos obtenidos en un aula. 

Están los que acosan con el culo escocido locos por meter en mi casa a su hermana o su prima. 

No escatiman medios para "robarme". 

Una vez que vino un fontanero a un arreglo oficial, tuve que dejarle una llave inglesa. Yo tenía dos llaves inglesas, una más grande y otra mediana. Cuando terminó y el fontanero se fue, yo tenía dos llaves inglesas del mismo tamaño y número. Mira que estoy tonto comprando dos llaves inglesas del mismo número.

En los tiempos que trabajaba en Plan, tuve mis primeros teléfonos móviles. 

No sé si se acuerdan de Moviline. Compré un móvil con antena precioso. Lo tenía guardado en uno de los cajones del armario cuando me dieron la casa nueva. Recibí unas visitas a mi madre por parte de familiares y el teléfono desapareció por arte de magia. No hay forma de que yo lo encuentre dentro del armario.

Cuando alguien me ofrece a su hermana o su prima, ya les digo que "la dejo entrar por la puerta con el peligro de que salga por la ventana." 

Me dicen que soy muy violento. No les parece violento intentar entrar para cambiar mi forma de vivir y mis objetivos queriendo adueñarse de mi casa. 

Podían haberse adueñado de mi tienda de campaña en otros tiempos pero se ve que eso no les interesaba.

Vosotros los del Valle de Chistau, ya me conocéis. Nadie os puede decir mucho más precisamente porque no sabrá más de lo que sabéis vosotros. Y si saben algo más, tened cuidado. Dad por seguro que se lo habrá inventado.

El nombre de mi libro de Spaghetti Western tiene algo que ver con la palangana, un debate que tuve no hace mucho con un paisano de Almería. Por eso no os digo el titulo 🤣🤣

Si queréis preguntarme algo más, os dejo con mis representantes aquí abajo ⬇️⬇️⬇️⬇️⬇️ Hablad con ellos!!.

jueves, 22 de junio de 2023

El respeto por el Valle de Chistau, sus nombres y su lengua.

Agradezco la colaboración de las personas que me cuentan aquello que que les aconteció alguna vez. 

Por lo general me gusta contar historias ficticias del Valle de Chistau, escribir sobre brujas, brujerías y hechizos de diversa índole intentando crear historias para chavales asustando a los mayores. Pero tampoco doy ascos a documentar un poco las vivencias y lo que acontece en la vida diaria.

En estos días, a partir de un artículo sobre el Mollón Cuadrau del Yerri, surgió la construcción de los túneles de la Inclusa y enseguida este otro que refiere de las cosas que ocurren con los nombres chistavinos en toda la comarca y que nos sabemos fuertes.

Estos artículos van surgiendo de los comentarios que algunos chistavinos me hacen en redes sociales. Contribuyen a mi información y a la de los demás con retazos que recuerdan de su vida. Nos ofrecen pasajes vividos que perfeccionan las leyendas del Valle de Chistau.

Como escritor y poeta me entusiasma el lenguaje y las diferentes alternativas para expresarme como me dé la real gana sin ningún tipo de artilugio que venga a ponerme trabas y obstáculos.

Qué sería del Valle de Chistau sin su lengua y su cultura?. Sería como no tener Pirineos. Que lo llamen dialecto es como esos "gusanos" ignorantes que llaman "castellano" a una lengua con mayor porcentaje de palabras que por lo general, sin duda, en su gran mayoría, proceden del árabe, de cuando los andaluces invadieron la península llegando hasta Poitiers y la llamaron Al-Ándalus.

Se respetaba la cultura y las lenguas vinculantes y vehiculares. Un ejemplo era el vasco, una lengua hablada que empezó a usar caracteres latinos lo mismo que el chistavino, aceptando las influencias de siglos entre el lenguaje local y los usos de caracteres Occitanos o de la lengua de Oc.

Ignoro hasta qué punto el gobierno aragonés protege la lengua chistavina. Una forma de proteger es hacer oficial la lengua y los nombres originales de los pueblos y sus lugares, sin permitir que gente foránea coloque sobrenombres de pila sobre nombres autóctonos. 

Eugenio Borja cuenta lo que sucede. Que como buenos oscenses se da más valor a lo que impone la gente de fuera que a lo propio, circunstancia que en el Valle de Chistau no es una excepción. 

Lo peor es cuando se intenta defender lo propio y salen un montón de detractores por todos lados.

Detractor es un término que se emplea para nombrar a alguien o algo que a través de sus opiniones agravia, denigra, desacredita o descalifica aquello a lo que se opone.

Resume una historia que ya oí una versión en tiempos que corría para arriba y para abajo por todo el valle. 

Dice que  hace 15 años estaba en el Forcallo y preguntó por qué llamaban Posets al Lardana. El médico le contestó que se lo habían puesto gente de fuera ya que en el Valle de Chistau siempre se ha llamado Lardana y Lardaneta porque cuando pasan las nubes parece como si trasquilaran la lana.

Proteger, se protege haciendo oficial nombres chistavinos de todo lo que tiene que ver con la cultura chistavina.

Así que el respeto por la Bal de Chistau es la esencia del pueblo respetando sus costumbres, sus nombres y su forma de ser como no puede ser de otra manera.

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domingo, 18 de junio de 2023

La construcción de los túneles de la Inclusa del Valle de Chistau

Al hablar en mi anterior artículo sobre el paso de los túneles de la Inclusa, he creado controversia y debate, puesto que busco y no encuentro nada al respecto, pero viendo el dilema, cabe la posibilidad de que en los túneles de la Inclusa no solo hubo una obra hasta llegar a la construcción tal y como la conocemos.

Mi teoría comienza con la versión de José Antonio Ballarín, que expresa que la obra de los túneles de la Inclusa comenzó en el año 1929.

Su abuelo materno trabajó en la primera obra, realizada en dos años, que tenía como maestros artífices a ingenieros portugueses.

Cómo se puede explicar que fueran ingenieros portugueses?. Se pregunta José Antonio Ballarín. Yo le podría decir que la cubierta de las paredes del pabellón de las piscinas de Plan la cubrió una empresa radicada en Francia pero sus miembros eran portugueses.
 
Tal vez los ingenieros portugueses que diseñaron los túneles de la Inclusa procedían de Francia.

También cuenta una historia dramática sobre una pareja que no sabe si es cierta. Durante la construcción de los túneles murió un chico joven de Saravillo. Su pareja, que estaban muy enamorados y se iban a casar pronto, quedó tan destrozada por la muerte de su amado que nunca jamás volvió a unirse con otro hombre.

Toño Vila Bielsa asegura que antes de la Guerra los túneles ya estaban construidos y nunca escuchó que se construyera con presos. Por supuesto se trabajaba a mano y así los empezaron, pero también se cuenta que en la obra se utilizó algún tipo de compresor para picar.

Entre todas estas versiones empiezo a entender que no hubo solo un proceso de construcción ni solamente una intervención sino que a lo largo de los años desde su construcción se ha intervenido mejorando el acceso al valle según las necesidades.

En los años que llevo yo viniendo al Pirineo antes de conocer Chistau pasaba por el Valle de Bielsa periódicamente, subía a Espierba y paseaba por el Valle de Añisclo.

Cuando me cansaba regresaba andando a Aínsa y vi la obra de remodelación que estuvieron haciendo en el túnel de las Devotas en Lafortunada, por ejemplo. 

También vi la remodelación y la construcción de bifurcaciones en la carretera entre Barbastro y Aínsa durante varios años. Y los de la carretera de Aínsa a Bielsa. Todas tienen trayectos anulados que se ven a simple vista.

Pepe Ruché, bromeando sobre mi versión de que trabajaron los túneles de la Inclusa a mano, me contesta que en aquella época ya existía la dinamita. !Vaya descubrimiento!. 

A ver cómo pulían las paredes y el desescombro tras las explosiones. No creo que en aquellos tiempos tuviesen las modernas tuneladoras que existen hoy. 

Además hay que emplear máquinas que ayudan a desescombrar los túneles porque en el interior pondrán protectores modernos para proteger las paredes. 

Volviendo a las construcciones de 1929 y 1936, sé que las empresas que ganaron la Guerra, usaban como exclavos a los presos que no eran fusilados. Esto lo creía posible pensando que los túneles se hubieran hecho a partir de 1940. 

No es el caso en la construcción de los túneles de la Inclusa porque las construcciones, reformas y ampliaciones datan de muchos años antes. 

En 1929, fue cuando se inició la ejecución de los primeros túneles. En 1936 fue cuando se acometió una reforma y ampliación de los túneles. Y en ambos trabajos participaron trabajadores chistavinos junto a algunos gallegos de los que siempre han venido por Chistau. 

No creo que hasta después de la Guerra hubiese una reforma de los túneles más que para asfaltar. No creo que se usasen presos como esclavos principalmente porque durante la contienda, con la represión los fusilaban.

Ángel Ferrer Mur cuenta que los presos de Guerra trabajaron en la modificación de la carretera, en el túnel de las Devotas a Salinas a finales de la década de 1940 o principios de 1950. 

Isa Conesa comenta que en los túneles del Valle de Añisclo sí que fueron presos de la Guerra quienes dinamitaron y barrenaron la roca, lo que me hace suponer que fueron el mismo grupo durante los mismos años que cuenta Ángel Ferrer Mur.

Lo he leído justo cuando pensaba cómo sería el Desfiladero de las Devotas en años lejanos cuando no había túnel y las crecidas del río imposibilitaban el paso, porque allí hay construido un muro de contención que deja evidencia de un tapón de acceso.

Respecto a la nueva reforma prevista, lo más importante es la ampliación del galibó. Sobre la obra yo soy de los que piensan que el paso de la Inclusa se debería bifurcar por los dos lados del río Cinqueta, con una vía de ida a Plan por los túneles y otra de vuelta por el otro lado del río.

Leonor Ferrer Ballarín cuenta que su padre siempre le decía que el Obispo de la zona de Plan que había antes de la Guerra tuvo mucho que ver para que se llevase a cabo la construcción de los túneles de la Inclusa de Chistau.

María Ángeles Bernad de Gistaín cuenta que por los años 50 trabajaban en la carretera de Plan obreros que bajaban de su pueblo. No sabe si fue un accidente o un infarto pero le suena que en un túnel muriera un hombre joven de Casa Camarasa. Que ella lo vivió como un sueño porque era muy pequeña y tendría que preguntar a los abuelos.



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sábado, 17 de junio de 2023

Mollón Cuadrau del Yerri (2671 metros), Valle de Chistau Pirineos

Cuando uno entra por la carretera del Valle de Chistau profundo desde Salinas camino de Gistaín, personalmente a mí hay dos picos que magnetizan el paisaje.

El primero creo que es el Pico Mobison Gran (2601 metros), que ejerce un gran magnetismo por la carretera entre Salinas y Saravillo, y cuando está nevado parece un gigante vigilando furioso a ver quién entra y quién sale por el desfiladero de la Inclusa.

Cuando se deja atrás los túneles, construidos a mano allá por los años 30 del Siglo XX, Plandescún se abre imponiendo su paisaje con unos acantilados impresionantes de la montaña Lavassar marcando la ruta del imponente emperador del valle, el Mollón Cuadrau del Yerri (2671 metros), sentado en su trono sin que ninguna otra montaña le tosa. 

Es el auténtico Rey de Reyes en el Valle de Chistau, y las demás montañas, aunque las hay mucho más altas, lo único que hacen es proteger al gran Faraón.

Incluso desde Gistaín o desde la Cruz de Puyadase, o desde las Lomillas que van al lago Urdiceto, se distingue por su extraña belleza rodeada por los macizos de los Tucones y las Espadas.

Yo, desde que corría entrenando por Sierra Nevada, en la Alpujarra granadina, me impuse no subir nunca a las cimas de las montañas, principalmente por no encontrarme con gente cuando lo que buscaba era silencio y no conflictos.

A mí me gustaba recorrer los senderos de la montaña a solas desde que tenía 20 años, por Capileira (Granada). Un conflicto es, que conocí a dos holandesas que querían venir conmigo cada mañana en mis rutas y les dije que no. A pesar de mi negativa insistieron diciéndome que sus botas de montaña les había costado 30 mil pesetas. No estaba dispuesto a hacerme responsable yendo con ellas a la sierra. Fue a principios de los años 80.

Otro ejemplo de conflicto ocurrió un día que me invitaron a subir al Pico Mulhacén (3479 metros) una amiga y su novio alemán. Eramos tres y salimos de Trevélez (Granada). Todo fue bien hasta que la amiga empezó a pararse durante la ascensión y no quería andar. 

Se convirtió en un verdadero martirio ir con ella. No le pasaba absolutamente nada y nos estaba jodiendo el día. Se hacía rogar la muy fulana. Me hizo pasar una jornada atroz en la que nunca llegamos al pico Mulhacén, que estaba todo nevado.

Nunca voy a las cimas porque sé que encontraré gente que me pueden dar un mal día. En verano cuando subía al Collado de Sahún entrenando, veía coches aparcados y sabía que los "deportistas" andaban por los ibónes que oculta en su seno el Yerri, los ibónes alargados de Barbarisa, o posiblemente también estarían recorriendo la cresta hacia el Mollón Cuadrau del Yerri. 

Así que siempre he estado recorriendo las montañas solo. Pero no voy a las cimas porque sé que habrá mucha gente con la que no me quiero involucrar en responsabilidades de las que más tarde me pueda arrepentir. 

Si alguna vez me acerqué a los ibónes en el corazón del valle fue en solitario. Con el grupo de la carrera por el Puerto de la Madera sí estuve, y además pasando un agradable buen rato hablando con Guillermo Bernués, que no es un cualquiera en la montaña. O con el Gallego, que también estuvimos en un gran grupo de personas en Lavassar trabajando para lanzar un cable nuevo bien gordo por el acantilado. 

Y como dije, no son cualquiera en la montaña, algunos como Guillermo y el Gallego, bajaron por el acantilado en rape. Los demás nos volvimos como habíamos ido, en coche tras terminar aquel trabajo.

Si coincido con alguien en la montaña, charlar un rato sí pero compartir proyecto no. Que hay mucho zumbado que después me puede hacer responsable de sus tropelías montañeras!.



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jueves, 15 de junio de 2023

El Sol de Medianoche que los chistavinos nunca han visto.

Solo algunas personas que conocen mis imprevistos, pueden asegurar lo que les voy a contar.

Pongo como ejemplo que tengo un blog con relatos escritos de lo que me ha ocurrido a lo largo de la vida. Y que esta misma madrugada que no he podido dormir, mi cabeza se dedicaba a repasar algunos de los acontecimientos que forman parte de mi propia supervivencia.

El relato al que me refiero lo pueden leer aquí:

En este enlace cuento la historia con una alemana que siguió mi estela durante un par de años con un desenlace que recuerdo como si fuera ayer.

Es un ejemplo de las cosas que me ocurren cuando se pone a prueba mi voluntad, que soy capaz de caminar cientos de kilómetros en una noche cargado con una mochila enorme donde entonces llevaba mi hogar.

Por si no lo saben, años antes de ser corredor y tener conocimientos básicos de entrenamiento, con el alma llena de desesperación, como tantas otras veces en mi vida, marché desde Benidorm a paso ligero militar durante varios días, sin apenas descanso, por las carreteras de la costa, en una larga travesía que me llevó a Valencia, a Teruel, y cruzando la Sierra de Albarracín y los Montes Universales, a Cuenca.

La travesía no acabó ahí. Continuó durante meses que se convirtieron en años. Caminar se había convertido en una marcha militar. Tan solo entre Benidorm y Gandía hice 97 kms en 17 horas de marcha. En esas horas había perdido tantos kilos, que cuando me hice unas fotos en un fotomatón, alguien me avisó que las cogiese de la rejilla porque estaban a punto de salir las suyas.

Pensaba que no eran mis fotos porque no me reconocía. Me había quedado en los huesos en solo diecisiete horas. Tuve que sujetar fuerte el pantalón con la correa. De quedarme un poco apretado mi pantalón se había convertido en un saco que contenía mi cuerpo y podía meter además mis dos brazos.

Después de contarles esto de mi vida secreta, imaginen que estoy acampado en el campo de Miguelo detrás de la iglesia, en una noche que no podía dormir y el cuerpo me ardía. Me puse mis mallas, metí en mi espaldera lo preciso y me fui a correr de madrugada. Así como lo leen.

Caminé hasta la Capilleta y me senté un rato allí pensando profundamente. No creerán que me puse a correr por la carretera en dirección a Plandescún, ya que cuando atravesé el puente en la semioscuridad nocturna, seguí bajando por los túneles sin que pasase ni un solo automóvil.

Pensaba ir a Aínsa pero cuando atravesé el Desfiladero de la Inclusa me sentía tan bien que me desvié y subí a Saravillo. Allí estuve un rato en la plaza pensando. 

Después continué por la pista del Ibón de Plan y se me hizo tan corta la subida que de repente me encontré atravesando el musgo en un valle muy luminoso en contraste con las sombras del valle abajo.

Estuve en la orilla del Ibón de Plan un buen rato observando aquella luz de Luna que parecía un Sol de Medianoche iluminando como si fuera de día.

Ni siquiera tenía frío. Mi sudadera me protegía perfectamente y mi cuerpo no sentía cansancio. Después de una hora echado en la hierba con los ojos cerrados sin tener sueño, vi que el agua del ibón seguía firme y entonces decidí volver.

Llegaba ya a Saravillo cuando vi la luz de una furgoneta que daba la vuelta y se volvía por donde había venido. Era la línea de los Vila que temprano iba a Aínsa con pasajeros.

Yo rodeé Saravillo y bajé para subir por los túneles de la Inclusa. Cuando llegué a la Capilleta se había hecho de día. Subí a mi tienda de campaña en el campo de Miguelo, la abrí, cerré por dentro, me eché y me quedé dormido totalmente fundido por el cansancio.

De Saravillo al Ibón de Plan hay poco más de 10 kms. De Saravillo a Plan otros 10 kms. Suman 21 kms por lo que aquella noche corrí un maratón de montaña 🏔️

En los mapas antiguos de entonces, calculé que había marchado 100 kms. En los datos de Google Maps dice que fueron 160 kms el primer recorrido entre Benidorm y Valencia.

Los mapas de ahora se ajustan más a las necesidades de saber cuántos kilómetros hice. Pensé que el recorrido tendría unos 70 kilómetros a través de la costa pero Maps deja claro que son 97 kilómetros que hice entonces en 17 horas. (Las horas que pone Maps son estándar).


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martes, 2 de mayo de 2023

La camada de ratones del refugio de la ermita Virgen de la Plana de Plan, Valle de Chistau, Pirineos de Huesca

En Málaga, vivía en el primer piso de lo que era mi casa, un lavadero en desuso de los que cada planta del edificio había uno y que en 1973 el patronato de la vivienda había reconvertido en casa ante el auge del nivel de vida de la población que pudo comprarse electrodomésticos.

Lo cierto es que aquellas viviendas no tuvieron éxito y además eran ilegales desde un principio, lo que se podía esperar de un alcalde franquista con ganas de notoriedad. 

Los contadores estaban en la planta baja y eran una amalgama de cables más difícil que un puzzle. Aquello era el hogar de no pocas camadas de ratas y ratones que salían de las alcantarillas y decidían vivir allí porque tal vez les parecía un chalé tener acceso directo a los bajantes de las casas y también porque subiendo por las escaleras alcanzaban cualquier corredor para meterse en cualquier hogar con la puerta abierta.

Una cosa que ignoran muchas personas es que las ratas pueden escalar por las paredes exteriores de los edificios y introducirse por la ventana de cualquier vivienda que considere de sumo interés.

A mitad de los años 80 yo vivía allí solo y había logrado recién mi total libertad respecto de las tensiones familiares. Viajaba por varios años lejos y siempre terminé volviendo a mi cubil.

En uno de mis retornos mi hogar era el chalé de una gran camada de ratones. Habían agujereado la taza de la ducha y vivían ahí debajo. 

Estuve muchas días intentando deshacerme de aquella enorme camada y aunque tapé todos los agujeros incluso con cristales y volvían a abrirlos. Nadie me daba la solución, muy a pesar mío que llené la casa de cartones con pegamento.

Un día estaba sentado comiendo unos aperitivos y se me cayeron al suelo unos trozos. Los ratones rápido lo cogieron y escaparon hacia el cuarto baño veloces como diablos. Me quedé observando impresionado. En aquel momento me convertí en un verdadero demonio porque acababa de descubrir el antídoto para deshacerme de la enorme camada.

Quité todos los cartones con pegamento porque el único ratón que había caído en ellos era yo, por un roce con la punta de la zapatilla o porque sin darme cuenta pisaba sin querer con los zapatos. 
Dejé un solo cartón con pegamento. Eché trozos de mi aperitivo y me fui a dar una vuelta un par de horas. 

Cuando regresé abrí la puerta esperando que al menos hubiese caído algún ratón y me encontré que habían querido comer de mi aperitivo más de una docena de ratones que habían quedado pillados en el pegamento.

Me quedé sorprendido. Metí aquel cartón en una bolsa y lo tiré a un contenedor de basura en la calle con la camada pegada. Regresé y puse otro cartón y le eché mi aperitivo esparcido por encima del pegamento. Lo coloqué en el cuadro de la puerta del baño y volvieron a caer otra decena. Así realicé la operación varias veces hasta que cayó la madre de las criaturas.

Cuando trabajaba en la construcción de la ermita de la Plana, a veces saltaban ratones mientras comíamos en el refugio. Había una camada enorme. El Gallego y Miguelo, no recuerdo quién más, les dio por quedarse a dormir allí. Como los ratones no les dejaban dormir a pesar de estar en alto, se les ocurrió subir una escopeta de perdigones y liarse a perdigonazos con la camada sin mucho éxito.

Que conste que quise ofrecerles mi experiencia pero renegaron de mí y no me dejaron ni decirles mi técnica, así que me callé. 

Prefirieron hacer lo que les mandó Ferrer de San Juan que era el jefe allí. Él tenía la trampa de la losa que elevaba poniendo un palo con un señuelo para cazar ratones. 

En realidad cazaba ratones de uno en uno. Así que si hay treinta ratones tardaría treinta días, menos los que el Gallego y Miguelo cazaran en las noches que durmieron el refugio si es que consiguieron dormir.

Cada día por la mañana costaba trabajo levantarlos cuando llegábamos a trabajar. Yo me reía una barbaridad cuando le preguntaba cuántos cazaron aquella noche, porque lo que es la trampa de Ferrer todas las mañanas había un ratón aplastado por la piedra.

O sea que habían llevado una escopeta de perdigones para nada porque no tenían tino. Como me reía, Miguelo me hizo competir con él disparando a una moneda que colocaba sobre el gotelé de la pared exterior del refugio. "Miguelo, vas a perder." Pero él no se lo creía. Me hizo repetir la competición varias veces porque yo le daba a la moneda y él fallaba, desde una distancia de cinco o seis metros aproximadamente.

Nunca consiguieron deshacerse de los ratones. Se cansaron y dejaron de dormir en el refugio. Qué pena no?.




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sábado, 29 de abril de 2023

La Rebelión de las Mujeres en el día de Santa Águeda. Valle de Chistau, Pirineos de Huesca

Nunca había leído nada sobre Santa Águeda, la patrona de las mujeres, pero miren por dónde, también se la conoce como Ágata.

Da la casualidad que yo desde chaval estuve enamoradito de Ágata Lis y sabía que "la ágata" era algún tipo de piedra preciosa, que no sabía que era "el ágata", una piedra de energía suave, conocida por aportar armonía y equilibrio, que fomenta la autoconfianza y la concentración favoreciendo el crecimiento espiritual, el amor y el coraje.

Sin embargo en referencia a la patrona de las mujeres, la joven de la ciudad siciliana de Catania nacida en el siglo III, en una familia de la nobleza, se cuenta que estaba dotada de una gran sabiduría y belleza.

Lo que ocurre es que en plena época de persecuciones contra los cristianos en el Imperio Romano, el procónsul Quintinio se enamoró de ella y desesperado porque no le correspondía, la hizo apresar y la envió a un lupanar, una especie de prostíbulo o casa de citas, con la esperanza de poder hacerla suya.

Cuenta la leyenda que ella mantuvo su virginidad y su fe inquebrantable, lo que obligó al gobernador romano a usar el martirio contra la joven haciendo que sus pechos fueran cercenados con unas tenazas que la desgarraron por completo muriendo a los pocos días.

Lo más probable es que la festividad de Santa Águeda tenga su origen en Egipto, en las fiestas dedicadas a la diosa Isis, cuya veneración a través de la Grecia Clásica llegó a Sicilia con el nombre de Agathos Daimon, la buena diosa, puesto que Isis, es la diosa del velo que también es distintivo de Santa Águeda. 

También se la identifica con la diosa latina Lucina, la diosa de la luz que asistía en el nacimiento de los niños y los cuidaba durante la lactancia, lo que deriva en "dar a luz" una expresión bimilenaria de aquellas creencias.

Cuentan que en la Roma del siglo VI antes de nuestra Era, el Senado dictó una norma que prohibía a las mujeres viajar en carro. Entonces ellas como respuesta decidieron separarse de sus maridos hasta que tan discriminatoria ley fuese derogada. 

Una vez consiguieron su propósito, la reconciliación con sus esposos propició un 'baby boom' de tal magnitud que en adelante se recordaría con una celebración anual durante el mes de febrero en la que las mujeres eran las auténticas protagonistas. 

El día de Santa Águeda las mujeres tienen prohibido hilar, hacer la colada y amasar el pan, so pena de que Santa Águeda se les aparezca en forma de gata enfurecida con muchas ganas de marcar con arañazos a las que osan trabajar ese día.

Leo que en San Juan de Plan, cinco mayordomas elaboran una gran chocolatada que repartirán entre las mujeres durante el baile de la noche. 

Son las mismas mayordomas que durante el día rondan a los hombres para sacarles de todo al fin de tener una gran lifara exclusiva para las mujeres. No es de extrañar que se aconseje a los hombres permanecer durante este tiempo ocultos en sus casas.

Las lifaras o alifaras, es como si comes unas gildas para el aperitivo, con un buen vermú casero. Después algún frito, una croqueta y una gamba con gabardina. Cuando llega el primer plato, ya matado el gusanillo vas con fuerzas para un par de platos más. El segundo pudiese ser un Ternasco o algo de pescado. Así que cuando se alcanza el postre uno está lleno, pero para un trozo de tarta siempre hay hueco. Pues a esto se le llama darse una lifara.

Yo, personalmente, lo único que sé, es que el día de Santa Águeda se celebraba en el salón de Casa Ruché, convertido en un búnker exclusivo para las mujeres. Tenían tapiado y bloqueado cualquier hueco por pequeño y las ventanas selladas para tener intimidad exclusiva.

La entrada al salón permanecía bloqueada a cal y canto con unas cortinas impenetrables más vigiladas que el antiguo muro de Berlín. 

El bar y la barra era libre lo mismo que el salón pequeño. Pero el salón grande era una soberana fortaleza y las veces que intenté asomarme amenazaron con liquidarme.

Miguelo me arrastraba a la barra del bar mientras mi curiosidad crecía: "Berni, tómate una cerveza y no te acerques a la entrada del salón porque las mujeres te van a pegar."😂

Yo no podía parar de reír con los gritos de las mujeres en el salón disfrutando de un desnudo integro de un striper.



Para las personas con problemas de visión tenemos este audio vídeo donde puede oír el contenido completo del artículo. 👇👇



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