Pero qué quiere que les diga?. Sigo pensando que La Falleta de San Juan que se hace la carrera con las antorchas encendidas es la noche de San Antón porque lo del fuego lo tengo aprendido de niño que se hace para purificar el alma y espantar las brujas y los conjuros.
Siempre he pensado que los chavales de San Juan de Plan me han tenido miedito de que llegue antes que ellos a la iglesia y me salga gratis los días de fiesta en el pueblo.
Una vez me dijo el alcalde que corriera y yo le pedí un caché como corredor subélite. Le salía más caro mi caché que la fiesta de La Falleta, incluyendo el pago a los grupos catalanes que hacían sonar los instrumentos cantando canciones de mis coterráneos Los Puntos.
La imitación del habla almeriense no la entendía ni mi sordera, era más catalán que mi amigo Catalán, que se apellida así y es más maño que Catalina de Aragón.
A mí me gustaba ver en la noche oscura el fuego que encendían y las antorchas prenderse y colocarse no sé si en fila india o en abanico, pero las veía bajar para abajo hasta el punto donde se iniciara el esprín.
Si me llego a presentar seguro que salgo beodo antes de tener la antorcha encendida. Me hubieran invitado unos y otros para que no volara a mayor velocidad que los chavales de San Juan.
En última estancia me habrían enviado a dormir la mona o me hubiesen chirlado el primer premio dándome un jamón chino en vez de uno de Teruel marca Sal Chi Chon.
Me imagino despertando por la mañana al lado de la hoguera donde se prendió las antorchas sin recordar si corrí La Falleta o me quedé dormido tras un día de lo más agotador.
Es como jugar al fútbol con zapatillas de atletismo, que son de trapo y no hay forma de controlar el balón ni medio bien.
Cuando vi por primera vez La Falleta pensé que era una carrera entre chavales del valle, pero vi que sólo corren algunos valientes recién llegados, niños, jóvenes del pueblo y algún señor mayorcete.
Distancia? Aproximadamente un kilómetro. Se llega a la iglesia subiendo para arriba tras muchos metros bajando para abajo.
Se cruza el puente del río por El Regancho donde no procede que te detengas a enjuagarte el gaznate si vas primero, no te dará tiempo tomarte una cervecita antes de subir la cuesta.
Por último recordarte que si bebes y se te sube a la cabeza hasta el punto que te presentas y ganas La Falleta, que no te fíes, recuerda lo que te cuento del jamón.
Me ha hecho gracia lo de «subiendo para arriba».
ResponderEliminarJajaja
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