jueves, 22 de junio de 2023

El respeto por el Valle de Chistau, sus nombres y su lengua.

Agradezco la colaboración de las personas que me cuentan aquello que que les aconteció alguna vez. 

Por lo general me gusta contar historias ficticias del Valle de Chistau, escribir sobre brujas, brujerías y hechizos de diversa índole intentando crear historias para chavales asustando a los mayores. Pero tampoco doy ascos a documentar un poco las vivencias y lo que acontece en la vida diaria.

En estos días, a partir de un artículo sobre el Mollón Cuadrau del Yerri, surgió la construcción de los túneles de la Inclusa y enseguida este otro que refiere de las cosas que ocurren con los nombres chistavinos en toda la comarca y que nos sabemos fuertes.

Estos artículos van surgiendo de los comentarios que algunos chistavinos me hacen en redes sociales. Contribuyen a mi información y a la de los demás con retazos que recuerdan de su vida. Nos ofrecen pasajes vividos que perfeccionan las leyendas del Valle de Chistau.

Como escritor y poeta me entusiasma el lenguaje y las diferentes alternativas para expresarme como me dé la real gana sin ningún tipo de artilugio que venga a ponerme trabas y obstáculos.

Qué sería del Valle de Chistau sin su lengua y su cultura?. Sería como no tener Pirineos. Que lo llamen dialecto es como esos "gusanos" ignorantes que llaman "castellano" a una lengua con mayor porcentaje de palabras que por lo general, sin duda, en su gran mayoría, proceden del árabe, de cuando los andaluces invadieron la península llegando hasta Poitiers y la llamaron Al-Ándalus.

Se respetaba la cultura y las lenguas vinculantes y vehiculares. Un ejemplo era el vasco, una lengua hablada que empezó a usar caracteres latinos lo mismo que el chistavino, aceptando las influencias de siglos entre el lenguaje local y los usos de caracteres Occitanos o de la lengua de Oc.

Ignoro hasta qué punto el gobierno aragonés protege la lengua chistavina. Una forma de proteger es hacer oficial la lengua y los nombres originales de los pueblos y sus lugares, sin permitir que gente foránea coloque sobrenombres de pila sobre nombres autóctonos. 

Eugenio Borja cuenta lo que sucede. Que como buenos oscenses se da más valor a lo que impone la gente de fuera que a lo propio, circunstancia que en el Valle de Chistau no es una excepción. 

Lo peor es cuando se intenta defender lo propio y salen un montón de detractores por todos lados.

Detractor es un término que se emplea para nombrar a alguien o algo que a través de sus opiniones agravia, denigra, desacredita o descalifica aquello a lo que se opone.

Resume una historia que ya oí una versión en tiempos que corría para arriba y para abajo por todo el valle. 

Dice que  hace 15 años estaba en el Forcallo y preguntó por qué llamaban Posets al Lardana. El médico le contestó que se lo habían puesto gente de fuera ya que en el Valle de Chistau siempre se ha llamado Lardana y Lardaneta porque cuando pasan las nubes parece como si trasquilaran la lana.

Proteger, se protege haciendo oficial nombres chistavinos de todo lo que tiene que ver con la cultura chistavina.

Así que el respeto por la Bal de Chistau es la esencia del pueblo respetando sus costumbres, sus nombres y su forma de ser como no puede ser de otra manera.

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domingo, 18 de junio de 2023

La construcción de los túneles de la Inclusa del Valle de Chistau

Al hablar en mi anterior artículo sobre el paso de los túneles de la Inclusa, he creado controversia y debate, puesto que busco y no encuentro nada al respecto, pero viendo el dilema, cabe la posibilidad de que en los túneles de la Inclusa no solo hubo una obra hasta llegar a la construcción tal y como la conocemos.

Mi teoría comienza con la versión de José Antonio Ballarín, que expresa que la obra de los túneles de la Inclusa comenzó en el año 1929.

Su abuelo materno trabajó en la primera obra, realizada en dos años, que tenía como maestros artífices a ingenieros portugueses.

Cómo se puede explicar que fueran ingenieros portugueses?. Se pregunta José Antonio Ballarín. Yo le podría decir que la cubierta de las paredes del pabellón de las piscinas de Plan la cubrió una empresa radicada en Francia pero sus miembros eran portugueses.
 
Tal vez los ingenieros portugueses que diseñaron los túneles de la Inclusa procedían de Francia.

También cuenta una historia dramática sobre una pareja que no sabe si es cierta. Durante la construcción de los túneles murió un chico joven de Saravillo. Su pareja, que estaban muy enamorados y se iban a casar pronto, quedó tan destrozada por la muerte de su amado que nunca jamás volvió a unirse con otro hombre.

Toño Vila Bielsa asegura que antes de la Guerra los túneles ya estaban construidos y nunca escuchó que se construyera con presos. Por supuesto se trabajaba a mano y así los empezaron, pero también se cuenta que en la obra se utilizó algún tipo de compresor para picar.

Entre todas estas versiones empiezo a entender que no hubo solo un proceso de construcción ni solamente una intervención sino que a lo largo de los años desde su construcción se ha intervenido mejorando el acceso al valle según las necesidades.

En los años que llevo yo viniendo al Pirineo antes de conocer Chistau pasaba por el Valle de Bielsa periódicamente, subía a Espierba y paseaba por el Valle de Añisclo.

Cuando me cansaba regresaba andando a Aínsa y vi la obra de remodelación que estuvieron haciendo en el túnel de las Devotas en Lafortunada, por ejemplo. 

También vi la remodelación y la construcción de bifurcaciones en la carretera entre Barbastro y Aínsa durante varios años. Y los de la carretera de Aínsa a Bielsa. Todas tienen trayectos anulados que se ven a simple vista.

Pepe Ruché, bromeando sobre mi versión de que trabajaron los túneles de la Inclusa a mano, me contesta que en aquella época ya existía la dinamita. !Vaya descubrimiento!. 

A ver cómo pulían las paredes y el desescombro tras las explosiones. No creo que en aquellos tiempos tuviesen las modernas tuneladoras que existen hoy. 

Además hay que emplear máquinas que ayudan a desescombrar los túneles porque en el interior pondrán protectores modernos para proteger las paredes. 

Volviendo a las construcciones de 1929 y 1936, sé que las empresas que ganaron la Guerra, usaban como exclavos a los presos que no eran fusilados. Esto lo creía posible pensando que los túneles se hubieran hecho a partir de 1940. 

No es el caso en la construcción de los túneles de la Inclusa porque las construcciones, reformas y ampliaciones datan de muchos años antes. 

En 1929, fue cuando se inició la ejecución de los primeros túneles. En 1936 fue cuando se acometió una reforma y ampliación de los túneles. Y en ambos trabajos participaron trabajadores chistavinos junto a algunos gallegos de los que siempre han venido por Chistau. 

No creo que hasta después de la Guerra hubiese una reforma de los túneles más que para asfaltar. No creo que se usasen presos como esclavos principalmente porque durante la contienda, con la represión los fusilaban.

Ángel Ferrer Mur cuenta que los presos de Guerra trabajaron en la modificación de la carretera, en el túnel de las Devotas a Salinas a finales de la década de 1940 o principios de 1950. 

Isa Conesa comenta que en los túneles del Valle de Añisclo sí que fueron presos de la Guerra quienes dinamitaron y barrenaron la roca, lo que me hace suponer que fueron el mismo grupo durante los mismos años que cuenta Ángel Ferrer Mur.

Lo he leído justo cuando pensaba cómo sería el Desfiladero de las Devotas en años lejanos cuando no había túnel y las crecidas del río imposibilitaban el paso, porque allí hay construido un muro de contención que deja evidencia de un tapón de acceso.

Respecto a la nueva reforma prevista, lo más importante es la ampliación del galibó. Sobre la obra yo soy de los que piensan que el paso de la Inclusa se debería bifurcar por los dos lados del río Cinqueta, con una vía de ida a Plan por los túneles y otra de vuelta por el otro lado del río.

Leonor Ferrer Ballarín cuenta que su padre siempre le decía que el Obispo de la zona de Plan que había antes de la Guerra tuvo mucho que ver para que se llevase a cabo la construcción de los túneles de la Inclusa de Chistau.

María Ángeles Bernad de Gistaín cuenta que por los años 50 trabajaban en la carretera de Plan obreros que bajaban de su pueblo. No sabe si fue un accidente o un infarto pero le suena que en un túnel muriera un hombre joven de Casa Camarasa. Que ella lo vivió como un sueño porque era muy pequeña y tendría que preguntar a los abuelos.



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sábado, 17 de junio de 2023

Mollón Cuadrau del Yerri (2671 metros), Valle de Chistau Pirineos

Cuando uno entra por la carretera del Valle de Chistau profundo desde Salinas camino de Gistaín, personalmente a mí hay dos picos que magnetizan el paisaje.

El primero creo que es el Pico Mobison Gran (2601 metros), que ejerce un gran magnetismo por la carretera entre Salinas y Saravillo, y cuando está nevado parece un gigante vigilando furioso a ver quién entra y quién sale por el desfiladero de la Inclusa.

Cuando se deja atrás los túneles, construidos a mano allá por los años 30 del Siglo XX, Plandescún se abre imponiendo su paisaje con unos acantilados impresionantes de la montaña Lavassar marcando la ruta del imponente emperador del valle, el Mollón Cuadrau del Yerri (2671 metros), sentado en su trono sin que ninguna otra montaña le tosa. 

Es el auténtico Rey de Reyes en el Valle de Chistau, y las demás montañas, aunque las hay mucho más altas, lo único que hacen es proteger al gran Faraón.

Incluso desde Gistaín o desde la Cruz de Puyadase, o desde las Lomillas que van al lago Urdiceto, se distingue por su extraña belleza rodeada por los macizos de los Tucones y las Espadas.

Yo, desde que corría entrenando por Sierra Nevada, en la Alpujarra granadina, me impuse no subir nunca a las cimas de las montañas, principalmente por no encontrarme con gente cuando lo que buscaba era silencio y no conflictos.

A mí me gustaba recorrer los senderos de la montaña a solas desde que tenía 20 años, por Capileira (Granada). Un conflicto es, que conocí a dos holandesas que querían venir conmigo cada mañana en mis rutas y les dije que no. A pesar de mi negativa insistieron diciéndome que sus botas de montaña les había costado 30 mil pesetas. No estaba dispuesto a hacerme responsable yendo con ellas a la sierra. Fue a principios de los años 80.

Otro ejemplo de conflicto ocurrió un día que me invitaron a subir al Pico Mulhacén (3479 metros) una amiga y su novio alemán. Eramos tres y salimos de Trevélez (Granada). Todo fue bien hasta que la amiga empezó a pararse durante la ascensión y no quería andar. 

Se convirtió en un verdadero martirio ir con ella. No le pasaba absolutamente nada y nos estaba jodiendo el día. Se hacía rogar la muy fulana. Me hizo pasar una jornada atroz en la que nunca llegamos al pico Mulhacén, que estaba todo nevado.

Nunca voy a las cimas porque sé que encontraré gente que me pueden dar un mal día. En verano cuando subía al Collado de Sahún entrenando, veía coches aparcados y sabía que los "deportistas" andaban por los ibónes que oculta en su seno el Yerri, los ibónes alargados de Barbarisa, o posiblemente también estarían recorriendo la cresta hacia el Mollón Cuadrau del Yerri. 

Así que siempre he estado recorriendo las montañas solo. Pero no voy a las cimas porque sé que habrá mucha gente con la que no me quiero involucrar en responsabilidades de las que más tarde me pueda arrepentir. 

Si alguna vez me acerqué a los ibónes en el corazón del valle fue en solitario. Con el grupo de la carrera por el Puerto de la Madera sí estuve, y además pasando un agradable buen rato hablando con Guillermo Bernués, que no es un cualquiera en la montaña. O con el Gallego, que también estuvimos en un gran grupo de personas en Lavassar trabajando para lanzar un cable nuevo bien gordo por el acantilado. 

Y como dije, no son cualquiera en la montaña, algunos como Guillermo y el Gallego, bajaron por el acantilado en rape. Los demás nos volvimos como habíamos ido, en coche tras terminar aquel trabajo.

Si coincido con alguien en la montaña, charlar un rato sí pero compartir proyecto no. Que hay mucho zumbado que después me puede hacer responsable de sus tropelías montañeras!.



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jueves, 15 de junio de 2023

El Sol de Medianoche que los chistavinos nunca han visto.

Solo algunas personas que conocen mis imprevistos, pueden asegurar lo que les voy a contar.

Pongo como ejemplo que tengo un blog con relatos escritos de lo que me ha ocurrido a lo largo de la vida. Y que esta misma madrugada que no he podido dormir, mi cabeza se dedicaba a repasar algunos de los acontecimientos que forman parte de mi propia supervivencia.

El relato al que me refiero lo pueden leer aquí:

En este enlace cuento la historia con una alemana que siguió mi estela durante un par de años con un desenlace que recuerdo como si fuera ayer.

Es un ejemplo de las cosas que me ocurren cuando se pone a prueba mi voluntad, que soy capaz de caminar cientos de kilómetros en una noche cargado con una mochila enorme donde entonces llevaba mi hogar.

Por si no lo saben, años antes de ser corredor y tener conocimientos básicos de entrenamiento, con el alma llena de desesperación, como tantas otras veces en mi vida, marché desde Benidorm a paso ligero militar durante varios días, sin apenas descanso, por las carreteras de la costa, en una larga travesía que me llevó a Valencia, a Teruel, y cruzando la Sierra de Albarracín y los Montes Universales, a Cuenca.

La travesía no acabó ahí. Continuó durante meses que se convirtieron en años. Caminar se había convertido en una marcha militar. Tan solo entre Benidorm y Gandía hice 97 kms en 17 horas de marcha. En esas horas había perdido tantos kilos, que cuando me hice unas fotos en un fotomatón, alguien me avisó que las cogiese de la rejilla porque estaban a punto de salir las suyas.

Pensaba que no eran mis fotos porque no me reconocía. Me había quedado en los huesos en solo diecisiete horas. Tuve que sujetar fuerte el pantalón con la correa. De quedarme un poco apretado mi pantalón se había convertido en un saco que contenía mi cuerpo y podía meter además mis dos brazos.

Después de contarles esto de mi vida secreta, imaginen que estoy acampado en el campo de Miguelo detrás de la iglesia, en una noche que no podía dormir y el cuerpo me ardía. Me puse mis mallas, metí en mi espaldera lo preciso y me fui a correr de madrugada. Así como lo leen.

Caminé hasta la Capilleta y me senté un rato allí pensando profundamente. No creerán que me puse a correr por la carretera en dirección a Plandescún, ya que cuando atravesé el puente en la semioscuridad nocturna, seguí bajando por los túneles sin que pasase ni un solo automóvil.

Pensaba ir a Aínsa pero cuando atravesé el Desfiladero de la Inclusa me sentía tan bien que me desvié y subí a Saravillo. Allí estuve un rato en la plaza pensando. 

Después continué por la pista del Ibón de Plan y se me hizo tan corta la subida que de repente me encontré atravesando el musgo en un valle muy luminoso en contraste con las sombras del valle abajo.

Estuve en la orilla del Ibón de Plan un buen rato observando aquella luz de Luna que parecía un Sol de Medianoche iluminando como si fuera de día.

Ni siquiera tenía frío. Mi sudadera me protegía perfectamente y mi cuerpo no sentía cansancio. Después de una hora echado en la hierba con los ojos cerrados sin tener sueño, vi que el agua del ibón seguía firme y entonces decidí volver.

Llegaba ya a Saravillo cuando vi la luz de una furgoneta que daba la vuelta y se volvía por donde había venido. Era la línea de los Vila que temprano iba a Aínsa con pasajeros.

Yo rodeé Saravillo y bajé para subir por los túneles de la Inclusa. Cuando llegué a la Capilleta se había hecho de día. Subí a mi tienda de campaña en el campo de Miguelo, la abrí, cerré por dentro, me eché y me quedé dormido totalmente fundido por el cansancio.

De Saravillo al Ibón de Plan hay poco más de 10 kms. De Saravillo a Plan otros 10 kms. Suman 21 kms por lo que aquella noche corrí un maratón de montaña 🏔️

En los mapas antiguos de entonces, calculé que había marchado 100 kms. En los datos de Google Maps dice que fueron 160 kms el primer recorrido entre Benidorm y Valencia.

Los mapas de ahora se ajustan más a las necesidades de saber cuántos kilómetros hice. Pensé que el recorrido tendría unos 70 kilómetros a través de la costa pero Maps deja claro que son 97 kilómetros que hice entonces en 17 horas. (Las horas que pone Maps son estándar).


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Las perfomances secretas que experimenté en el Valle de Chistau

 Os quiero hablar de mis secretos de perfomance física de carrera que logré experimentar en Chistau. Algunos sabéis que para entrenar tenía ...